Un poco de historia… Cataluña y la Industria textil
Cataluña tiene una historia estrechamente ligada a la producción textil. Durante la Revolución Industrial las fábricas de lana y algodón proliferaron por todo el territorio aunque décadas antes, con la llegada de las indianas ya se había empezado a labrar el camino.
La Seda, un bien de lujo
La seda empezó como un tejido que solo unos pocos se podían permitir. Ya desde sus inicios hace dos mil años en China era un bien ligado a la alta aristocracia.
En España no fue hasta que se establecieron las primeras pequeñas fábricas y compañías dedicadas a la producción y comercio de productos manufacturados, principalmente de indianas , cuando su uso se extendió al resto de capas de la población.
La sede, sinónimo de estatus social
Durante el siglo XV el gremio de la seda vivió un resurgimiento que favoreció, por otro lado, al proceso de creación institucional de las siete corporaciones de oficio sederas de Barcelona.
Con el tiempo el gremio de los veleros de Barcelona, una de estas corporaciones, fue adquiriendo cierta influencia religiosa, política y social. Llevaba soñando durante años la posibilidad de disponer de una sede propia que contribuyese a mantener la relevancia social a la que aspiraban. Solían ser solo los gremios económicamente fuertes los que a partir del siglo XIV comenzaron a tener casa propia. El gremio de los barreteros siempre fue el más próspero pero el de la seda nunca quiso que sus aspiraciones se viesen truncadas por no poder permitirse un edificio propio donde reunirse.
Al principio parece ser que las corporaciones gremiales se reunían y celebraban sesiones y consejos en la iglesia o convento donde estaba la capilla de su patrón o patrona. Inicialmente el gremio de los veleros escogió la Iglesia de Santa Ana de Barcelona, y a principios del siglo XVII se trasladaron al Monasterio de Santa Caterina.
En 1632, por fin, el Colegio de Arte Mayor de la Seda de Barcelona juntó buena parte de su capital para adquirir un conjunto de tres casitas en ruinas que hacían esquina y que ofrecían espacio suficiente para las juntas a las que asistían. Finalmente, el 20 de enero de 1764 inauguraron la sede corporativa situada en la calle Sant Pere Més Alt, número 1, con el nombre de la Casa de los Veleros.
La Casa de la Seda
Este abril La Casa de la Seda ha abierto sus puertas al gran público con visitas regulares todas las mañanas de lunes a sábados. Ofrece también sus espacios para la celebración de todo tipo de eventos corporativos, ruedas de prensa, cenas de gala, desfiles, rodajes, sesiones de fotos, etc.
La Casa de la Seda, declarado Monumento de Interés Nacional desde 1919, sorprende por su elegancia y buen estado de conservación. Hace unos 10 años se llevaron a cabo las obras de restauración tanto de la fachada como del interior de la casa, donde encontramos, por ejemplo, paredes forradas de preciosa seda, documentos históricos y mobiliario del siglo XVII.