Breves apuntes sobre la moda y su exclusividadDesde que el mundo es mundo, o mejor dicho, desde que el Homo Sapiens sintió la necesidad de cubrir su cuerpo, ya fuese para protegerse de las inclemencias meteorológicas o cuestiones antropológicas; o si se prefiere la lectura católica, en la que Dios castiga a Eva por su desobediencia haciendo que toda la Humanidad tenga pudor, los humanos cubren su piel.
A la par que la especie humana evoluciona, también lo hacen sus diseños y como en el caso de la arquitectura no nos basta con tener un lugar que nos cobije sino que siempre surgen nuevas necesidades arquitectónicas así como nuevos materiales, en la moda se puede decir que sucede lo mismo, se rige por una necesidad de innovación y transformación.
Si queréis profundizar más en el tema, el Museo del Disseny de Barcelona, muestra como exposición permanente El cuerpo vestido (1550-2015) . En ella, se presentan los códigos morales, sociales y estéticos que han ido mutando en el mundo de la moda desde el Siglo XVI hasta nuestros días.
Lo que en un inicio simplemente cubría la necesidad de abrigo, poco a poco fue evolucionando hasta convertirse en una de las actividades económicas más pujantes de nuestros días: la industria de la moda.
La exclusividad sigue dotando de valor añadido a las marcas. Aunque la mayor parte de las grandes marcas hayan optado por crear líneas de mercado de precios asequibles, lo que las dota de prestigio es la innovación en sus diseños, en Francia catalogados de alta costura.
La definición de alta costura, creada en el Siglo XIX de la mano de Charles Frederick Worth es una marca protegida en el país galo, se refiere en términos generales a la elaboración artesanal de las prendas pero en donde solo se incluyen las compañías mencionadas en la lista elaborada anualmente por una comisión en el Ministerio de Industria. Uno de los requisitos para pertenecer a esta esfera es que cada temporada se deba presentar una colección, de mínimo 50 diseños originales al público que incluya piezas de día y de noche, realizándose los desfiles en enero y julio de cada año.
La alta costura está vinculada a diseñadores excepcionales, por ejemplo, la marca Chanel ha tenido dos clarividentes diseñadores, su fundadora, Coco Chanel y Karl Lagerfield. En el marco español, Balenciaga perteneció a éste club tan exclusivo; hasta el próximo febrero, el Museo Victoria & Albert de Londrespresenta una retrospectiva de este prestigioso diseñador.
Los desfiles de moda, tal y como los conocemos actualmente, tienen su predecesor más directo en los desfiles de alta costura franceses. En breves, del 26 al 30 de junio se celebrará el O80 Barcelona Fashion. Éste joven escaparate de la moda, heredero de la Pasarela Gaudí, nació de la mano del Departamento de Empresa y Ocupación del Consorcio de Comercio, artesanía y Moda (CCAM) y de la Generalitat de Catalunya. El evento, ha utilizado de telón de fondo diferentes espacios de la ciudad, entre los que se destaca el Mercado del Born y la Llotja del Mar. Ésta vez, vuelve al Recinto Modernista de Sant Pau, realizado por Doménech i Montaner a inicios del siglo XX. La realización del 080 Barcelona Fashion en espacios históricos remarca la capacidad camaleónica de los espacios.
Ante los grandes escenarios, la moda también reivindica pequeños espacios para realizar desfiles más íntimos, showrooms o para realizar reportajes fotográficos. Cada colección de moda demanda un espacio, manteniendo una sinergia con él a través de la complementariedad o del opuesto. Como ejemplo, la sesión fotográfica realizada en La Casa de la Seda donde tuvimos el placer de ver en directo preciosos diseños de vestidos de novia.
Recordad, éste mes tenéis una cita con la moda en Barcelona.