La Via Laietana recibió otro nombre durante la Guerra Civil
El 24 de julio de 1936 salía de Barcelona hacia Zaragoza la Columna Durruti, una columna de milicias populares de ideología anarquista liderada por Buenaventura Durruti. El golpe de estado contra la República se había producido el 18 de julio y Durruti se había convertido en uno de los máximos defensores de Barcelona. Una vez la CNT se hizo con el control de la ciudad, Durruti consideró necesario ayudar a luchar contra el golpe de estado en Zaragoza.
La columna sale de Barcelona con 2500 milicianos alc anzando en su punto álgido los 8.000. Debido a la falta de armamento no pueden hacer frente al objetivo de entrar en Zaragoza por lo que van tomando los pueblos por los que pasan. En noviembre, Durruti fue llamado a colaborar en la defensa de Madrid, donde no se le permitió llevar más que una parte de la columna, unos 1400 milicianos. El fin de Durruti se produjo en el frente de Madrid el 19 de noviembre de 1936.
El 6 de diciembre de 1936 se produjo el entierro multitudinario del libertario Durruti en Barcelona, dos semanas después, George Orwell describe la Barcelona que se encontró el 26 de diciembre de 1936 en su “Homenaje a Cataluña”:
“Por primera vez en mi vida, me encontraba en una ciudad donde la clase trabajadora llevaba las riendas. Casi todos los edificios, cualquiera que fuera su tamaño, estaban en manos de los trabajadores y cubiertos con banderas rojas o con la bandera roja y negra de los anarquistas; las paredes ostentaban la hoz y el martillo y las iniciales de los partidos revolucionarios; casi todos los templos habían sido destruidos y sus imágenes, quemadas. Por todas partes, cuadrillas de obreros se dedicaban sistemáticamente a demoler iglesias. En toda tienda y en todo café se veían letreros que proclamaban su nueva condición de servicios socializados; hasta los limpiabotas habían sido colectivizados y sus cajas estaban pintadas de rojo y negro. Camareros y dependientes miraban al cliente cara a cara y lo trataban como a un igual. Las formas serviles e incluso ceremoniosas del lenguaje habían desaparecido. Nadie decía señor, o don y tampoco usted; todos se trataban de «camarada» y «tú», y decían ¡salud! en lugar de buenos días.”
Un año más tarde, el 1 de julio de 1937, la vía conocida por todos nosotros como Via Laietana, pasó a llamarse Via Durruti en homenaje a la figura, nombre que perdurará hasta el final de la Guerra Civil.
“Llevamos un mundo en nuestros corazones y ese mundo está creciendo a cada instante” (Buenaventura Durruti)